Van Gogh y un poco de su historia

Vincent van Gogh (1853-1890) fue uno de los pintores más influyentes de finales del siglo XIX y una figura fundamental en la transición hacia el arte moderno. Aunque durante su vida apenas vendió unas pocas obras y no recibió reconocimiento masivo, sus innovaciones formales y su intensa carga expresiva lo convirtieron, tras su muerte, en un referente para las corrientes de vanguardia del siglo XX.

Van Gogh comenzó su carrera artística de forma tardía, alrededor de los 27 años, después de haber trabajado como comerciante de arte y predicador. Sus primeras obras, realizadas en los Países Bajos, reflejan una paleta oscura y terrosa influenciada por el realismo y por artistas como Jean-François Millet. Sin embargo, su traslado a París en 1886 marcó un cambio decisivo: entró en contacto con el impresionismo, el puntillismo de Seurat y Signac, y las estampas japonesas, lo que transformó su forma de ver y representar el mundo.

El paso decisivo hacia la vanguardia se dio en Arlés (1888), donde buscó crear una “comunidad de artistas” y desarrolló su característico uso del color intenso y la pincelada enérgica. Obras como Los girasoles y La noche estrellada muestran cómo Van Gogh abandonó la mera reproducción visual para transmitir emociones y estados de ánimo a través de recursos plásticos. Su arte no buscaba copiar la realidad, sino interpretarla subjetivamente, anticipando principios que luego adoptarían movimientos como el fauvismo, el expresionismo alemán y el expresionismo abstracto.

Uno de los episodios más recordados de su vida ocurrió en diciembre de 1888, cuando se cortó parte de la oreja izquierda tras una fuerte discusión con su amigo y compañero de casa, el pintor Paul Gauguin. Este incidente, relacionado con una crisis mental, se ha interpretado como consecuencia de su frágil salud emocional, el estrés y la soledad. Van Gogh envolvió el trozo de oreja y lo entregó a una mujer en un burdel, hecho que contribuyó a su fama de artista atormentado.

En cuanto a su vida sentimental, Van Gogh tuvo pocas relaciones amorosas y, en general, fueron complicadas. Se enamoró de su prima Kee Vos, quien lo rechazó, y más tarde convivió con Clasina Maria Hoornik, una prostituta con la que mantuvo una relación marcada por la pobreza y la inestabilidad. Su dedicación casi absoluta al arte, junto con sus problemas económicos y de salud, dificultaron que mantuviera vínculos afectivos duraderos.

Aunque sufrió episodios de inestabilidad mental, Van Gogh mantuvo una disciplina creativa impresionante: pintó más de 2.000 obras entre cuadros y dibujos en apenas una década. Murió en Auvers-sur-Oise en 1890, a los 37 años, dejando un legado que inspiraría a artistas de la talla de Matisse, Derain y Kandinsky. Su capacidad para fusionar emoción y técnica lo sitúa como uno de los pilares del arte de vanguardia, un puente entre el postimpresionismo y las revoluciones plásticas del siglo XX.

DATOS CURIOSOS

1. Datos documentados

  • Obsesión con el amarillo: Entre 1888 y 1889, en Arlés y en el hospital de Saint-Rémy, Van Gogh pintó una gran cantidad de obras dominadas por tonos amarillos: Los girasoles, La silla de Van Gogh, La habitación, Campo de trigo con cuervos.
  • Cartas a Theo*: En varias cartas menciona su atracción por la “luz amarilla del sol del sur de Francia” y su deseo de “pintar con un amarillo tan intenso que transmita calor y vida”.
  • Ingesta de pigmentos: Hay reportes médicos de que Van Gogh llegó a ingerir pintura y trementina (disolvente). Esto se menciona en el informe tras su ingreso al asilo en Saint-Rémy, pero no detalla que fuera un hábito constante.

2. Teorías sobre por qué amarilla

  • A. Razón simbólica / emocional

El amarillo representaba para él *felicidad, esperanza y vitalidad. En un contexto de depresión profunda, algunos psiquiatras creen que “consumir” ese color pudo ser un acto desesperado por “llenarse” de esa emoción que le faltaba.

  • B. Afectación visual y médica

 El pigmento amarillo de cromo* (cromato de plomo) es tóxico y puede provocar problemas neurológicos, incluyendo cambios en la visión y en el estado de ánimo.
Van Gogh sufría de problemas oculares documentados: veía halos, distorsiones y colores más intensos (posiblemente por envenenamiento con plomo o por el uso de la medicina digitalis, recetada entonces para ataques epilépticos). Esto pudo intensificar su atracción por el amarillo.

  • C. Comportamiento asociado a trastornos mentales

Algunos pacientes con *pica* (trastorno de ingerir sustancias no comestibles) lo hacen de forma compulsiva, a veces buscando texturas o colores específicos. Van Gogh tenía episodios de psicosis y ansiedad extrema; ingerir pintura podría haber sido un acto impulsivo o autodestructivo más que simbólico.

3. *Entre mito y realidad*

 La frase romántica “comía pintura amarilla para llenarse de felicidad” no está en sus cartas ni en registros médicos; nació como interpretación moderna de un hecho real (la ingesta de pintura) combinado con su amor por ese color. Hoy se considera más probable que fuera un acto aislado durante una crisis emocional, más que una costumbre.